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Junio de 2015

Invitados

El Ingeniero Jaramillo: ¿Qué piensa al respecto?

Imagen: Archivo Particular


Por: José Álvaro Jaramillo Valencia
Ingeniero Eléctrico
Facultad de Ingenieria, Universidad Nacional de Colombia.
ajaramillov@coviandes.com


En mi familia jamás hubo un profesional, mis padres eran una pareja casada que vino a Bogotá desde Antioquia a probar suerte. Y en Bogotá tuvieron cuatro hijos. Yo soy el mayor de mis hermanos y como todos ellos fui buen estudiante, así que al terminar el bachillerato surgió la oportunidad de estudiar en la universidad y la Nacional apareció como una opción. Pero desde el principio la cosa no fue fácil, era el año 1977 y la universidad estaba sumergida en un caos bastante complicado, bullía de focos sociales fruto del descontento de la época con el establecimiento o régimen como decían. No eran días fáciles y a nivel del estado, los estudiantes éramos vistos como tirapiedras y agitadores y la universidad como un foco de anarquistas y de guerrilleros. Viví varios cierres cortos y largos, el paro nacional, la toma de la embajada de la Republica Dominicana, la muerte de varios compañeros, la apertura y cierre de las residencias, la extinción de Bienestar Universitario, del servicio de restaurante, en fin temas y tópicos innumerables. Y me sumergí en el país social y empecé a conocer como es esta Colombia desde otra óptica. Y me empapé del país y supe de la realidad social de primera mano.

Conocí a mis compañeros entrañables de provincia de todos los lados, supremamente necesitados de todo y con un potencial increíble. Y entre la academia y los cierres pasaron los años y el jovencito maduró, se volvió un hombre y con mucho esfuerzo se graduó de la promoción de 1987 de Ingeniero Electricista. No se me olvida que unos semestres atrás el profesor Horacio Torres en una clase de Alta Tensión un día me preguntó: “ …y el Ingeniero Jaramillo, ¿qué piensa al respecto del tal tema?”. El ingeniero Jaramillo, reflexioné, nunca me habían dicho así y me sentí entre extrañado y emocionado. Ya olía a ingeniero. Ya sabía cómo ingeniero. Ya entendía como ingeniero. Todos los grandes esfuerzos habían dado sus frutos y el hijo de Débora, la modista y de Ovidio, el mecánico textil, se había vuelto un profesional y un orgullo para la familia.

Con el tiempo tomé mi camino en mi vida, hice una familia y construí una carrera profesional en donde no he olvidado a mis padres, los cuales dieron mucho de sí para lograr que pudiera culminar mi sueño, a mis hermanos (Octavio y Juan Diego) que también siguieron algo de mi ejemplo y se volvieron profesionales de la Universidad Nacional y a mi familia con la cual he convivido la parte profesional. Vaya, eso sucedió hace tantos años que no terminaría de enumerar todas las personas que me han ayudado y aconsejado. Ahora tengo una maestría, varias especializaciones, una de ellas en la Nacional, muchos años de trayectoria en el área de mantenimiento eléctrico y un sueño realizado como ser humano.

Creo que finalmente mi más grande logro de todos los tiempos fue haber aprovechado la oportunidad y haberme vuelto una persona productiva y pilar de la sociedad de muchas formas pues esto me ayudó a construir más país y me ayudó a consolidarme como una mejor persona.