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Desafíos y Oportunidades de Desarrollo Integral en el Ejercicio Profesional

Cualidades que apuntan al desarrollo integral del Ingeniero del Siglo XXI

Por: Germán Ernesto Jiménez Morales

Ingeniero Eléctrico, Universidad Nacional de Colombia

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Imagen 1. Coherencia

Luego de algo más de veinticinco años de ejercicio profesional, liderando la ejecución de proyectos en diversos sectores de la industria, tanto en el país como fuera de él, quiero hacer consciencia de los principales aprendizajes que han quedado y que me permiten reflexionar acerca de las cualidades que definen mejor al ingeniero en su desarrollo integral para hacer frente, con éxito, a los retos del siglo XXI.

Ceremonia AIEEUN 2012 veinte años egresado

Es claro que el escenario para la práctica de la ingeniería ha cambiado de forma rápida e irreversible en las últimas décadas. La relevancia de la tecnología y la innovación en el crecimiento económico ha promovido la utilización de la “sociedad del conocimiento” y la “economía de la innovación”, como lo mencionaron David y Foray en el 2002. Al tiempo, por años, se ha manifestado que el ingeniero egresado de la Universidad Nacional es bueno para desarrollar tareas “técnicas” asociadas a un campo específico, además de mostrar oportunidades en el liderazgo, la comunicación, la gestión efectiva, el trabajo en equipo, entre otros.

Gracias a mi ejercicio profesional, he identificado como indispensables, para exitosamente hacer frente a los retos del siglo XXI, las siguientes cualidades:

• Adaptabilidad a las circunstancias del entorno que nos rodean para entender dónde está ubicado y optar por la necesidad del cambio.
• Tolerancia al riesgo y a la incertidumbre.
• Saber afrontar los fracasos de forma positiva y cambiar la forma en la que tomamos decisiones.
• Desarrollo de proyectos orientados a resultados concretos acotados en el tiempo.
• Capacidad para trabajar en cualquier lugar de forma presencial y remota.
• Mantener al día nuestro conocimiento, actualizándonos para ello.
• Dejar una marca personal en el ejercicio profesional, enfocados en el qué, cómo, con quién y para quién lo hacemos.

Visita fábrica andamios Lahyer en Eibensbach (Alemania) 2013

El ingeniero del futuro debe ser capaz de actuar como gestor de la innovación, mientras es un emprendedor, con capacidad para dirigir una empresa, elaborar planes de negocio, desarrollar estrategias de marketing y generar crecimiento económico. Para lograrlo, es necesario desarrollar nuevas habilidades que se han venido implementando en los pensum de nuestras carreras y ejercer las habilidades blandas que potencien sanas relaciones humanas, como elemento diferenciador del ingeniero del siglo XXI.

Además de las cualidades anteriores, la implementación de herramientas gerenciales como el coaching personal o de equipos debe ser un elemento de alto valor en el ejercicio profesional en estos tiempos, puesto que el coaching, como lo afirma Luz Janeth Lozano Correa, es

¹ [...] un proceso integral que busca ayudar a las personas a producir resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios y organizaciones; a través del cual se mejora el desempeño, se profundiza en el conocimiento de sí mismos y mejora la calidad de vida. (2008, p. 128)

Esto, por supuesto, supone un cambio muy importante en la forma de gestionar y entender, tanto el conocimiento, como las personas. Es decir que, en este período de grandes transformaciones, tenemos que “reinventarnos” como seres humanos y como profesionales, lo cual implica dejar de lado quién hemos sido hasta ahora y afrontar cambios radicales, superando miedos, replanteando conceptos, transformando comportamientos y resolviendo conflictos.

Reunión fin de año 2012 AIEEUN

Si descubrimos que el secreto más poderoso del ser humano para sobrevivir a los grandes cambios se encuentra en las emociones, seremos mejores personas con valores que desarrollaremos en nuestro ejercicio profesional, tales como la transparencia y el sentido de pertenencia, las cuales se han perdido en una sociedad como la nuestra. Estas competencias crearán la mejor versión de nosotros mismos; una versión transversal y esencial en todas nuestras opciones, y que no debe estar ausente en la manera de actuar del ingeniero del siglo XXI.

• David, P. A. & Foray, D. (2002). Fundamentos económicos de la sociedad del conocimiento. Comercio Exterior, 52(6), pp. 472-490. Recuperado de: https://bit.ly/2M5TG76

• Lozano-Correa, L. J. (2008). El coaching como estrategia para la formación de competencias profesionales. Revista EAN, (63), pp. 127-144. Recuperado de: https://bit.ly/2M5Vkpi