Invitada

Una Década y un Año desde la Ceremonia en el León de Greiff

Por: Dennys Paola Fernandez

Economista, Universidad Nacional de Colombia

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

Estudié economía en la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá y me gradué hace un poco más de once años; en este tiempo, aparentemente corto, han pasado muchas cosas en mi vida, desde la beca otorgada por la Universidad de los Andes para el MBA, hasta oportunidades laborales en Turquía, Filipinas y China.

En todos estos procesos y experiencias tan diversos, hay una sola constante: las carreras de la Facultad de Ciencias Económicas, no solo nos dan competitividad en el mercado laboral, y siendo honestos, esto es lo de menos, sino también y lo que realmente importa es que cualquiera de las tres carreras: administración, contaduría o la que he estudiado, nos dan un punto de vista que se impone en todas las actividades que desempeñamos en la vida. Nos estructuran, ordenan y permiten planear para tener el futuro que cada egresado desea y tiene el coraje de conseguir.

Gracias a la disciplina académica y a las competencias de comunicación interdisciplinaria que me dio el pertenecer a uno de los grupos artísticos de Divulgación Cultural, me hice merecedora de la beca anual que da los Andes a un alumno del MBA tiempo completo. Con los dos títulos, me posicioné rápidamente en el mercado laboral como Gerente de Cadena de Suministros, después de garantizar ingresos mensuales fijos y agobiada por la inseguridad, decidí tomar un año sabático en Inglaterra.

El año planeado se alargó y se convirtió en seis, durante este tiempo recorrí Asia, Europa y parte de África. Desde Londres seguí hacia Turquía, allí me desempeñé como escritora freelance y profesora de los dos idiomas que conocía hasta ese momento; de ahí salí a Filipinas a liderar un proyecto global en el área de compras para una multinacional estadounidense, en donde la reputación de las dos más importantes universidades del país quedaron en alto por los resultados en términos de eficiencia operativa, manejo del personal multicultural y satisfacción general de los stakeholders.

Una vez consolidado el proyecto, decidí dejar el trabajo de oficina para dedicarme a mi nueva pasión, la enseñanza, así fui a vivir a China. Desde mi temprana adolescencia este era uno de mis más grandes sueños, seis meses en China, la vislumbraba como las pinturas de las antiguas dinastías, las sorpresas fueron varias y aunque muy diferente a mi imaginario, allá está el lugar más mágico que mis ojos han visto.

Durante todo este tiempo había viajado a algunos países de Latinoamérica pero no había cruzado por Colombia, así que decidí venir para la navidad del año pasado, mi familia, mis amigos de la universidad y la comida ya me hacían demasiada falta; adicionalmente, la posibilidad de un cambio social por los acuerdos de paz me motivó a volver. De las primeras cosas que hice al regresar fue visitar el campus que fue testigo de nuestro crecimiento profesional y personal, la emoción que sentí al verlo casi igual y a la vez tan diferente es algo muy difícil de explicar, mientras escribo, se me aguan los ojos debido al inmenso cariño que siento por ese territorio, un pedazo de tierra lleno de conocimiento y esperanza que pertenece a todos los colombianos.

Mis amigos de la Facultad, mis constantes compañeros de noches de estudio o de fiesta ahora son profesores, en esta universidad o en otras de Colombia, Estados Unidos y Francia, subdirectores de planes nacionales o de la Superintendencia Financiera, diplomáticos, especialistas del Ministerio de Educación, etc. Cada uno en el área que más le ha gustado, trabajando por su bienestar, por sus familias y por nuestro país.