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¿Qué hacer con la basura tecnológica?

El nivel de desechos electrónicos es alarmante y cada vez es más difícil gestionarlos y reusarlos adecuadamente. Las principales causas de este aumento son: el consumo tecnológico desmedido, los cortos ciclos de vida de los productos, la dificultad para repararlos, la rápida obsolescencia del software, entre otros (GSMA, 2015, pp.).

Como consecuencia, la contaminación ambiental y los graves efectos nocivos para la salud serán aún mayores pues la basura tecnológica será igual o superior a 120 millones de toneladas para el 2050 (Redacción Tecnósfera, 25 de enero 2019).

Grandes organizaciones han propuesto incluir el tema de basura tecnológica en las agendas del sector público y privado para verlo como una atractiva oportunidad de negocio y comenzar a buscar nuevas formas de reusar estos desechos de formas más eficientes. (ONIDO, 2015, pp.; GSMA, 2015, pp.; Benavides, 2013).

Como consecuencia de lo anterior muchas personas y organizaciones han empezado a fabricar, vender y usar productos hechos con basura electrónica, pero no se sabe con certeza cuál es el uso más recomendable para este tipo de desechos.

Desde mi formación como diseñador industrial con énfasis en desarrollo de productos y proyectos (College of Business, Australia, 2010), y especializado en Pedagogía del diseño (Universidad Nacional de Colombia), encuentro que los diseñadores y fabricantes, carecen de indicadores que les permitan evaluar rápidamente el impacto que sus creaciones generaran al ambiente y a la salud humana.

Seis indicadores para evaluar un producto hecho con basura tecnológica

Figura 1. Escultura hecha con basura electrónica llamada Wee Man. Fuente: WEEE Man por James Nash (aka Cirrus). Disponible en: https://www.flickr.com/photos/86318165@N00/
6339075570. Bajo licencia CC BY-SA 2.0

Propongo seis indicadores para evaluar rápidamente productos hechos con basura tecnológica: consumo, mochila ecológica, concentración de metales pesados en los materiales, moda sostenible – eco fashion, responsabilidad extendida del productor y ley de las 3R.

Con los seis indicadores se analizaron dos casos de estudio. Estos indicadores permitieron evidenciar el impacto que genera la basura tecnológica al ambiente y a la salud humana, también, saber cuáles productos fueron los que mejor reusaron el desecho tecnológico y finalmente generar unas recomendaciones para que los nuevos fabricantes generen productos bajo una producción responsable.

Figura 2. Collar con cables reciclados. Fuente: elle.ctronic waste [@elle.ewaste]. (2016, marzo 19). "Elle" is the work of the Chilean architect Marcela Godoy, an Artist in Residence at The Lower East Side Ecology Center's #electronics #recycling facility in Brooklyn. The collection transforms electronic waste into stunning, unique, and colorful handcrafted #jewelry, while exemplifying an environmentally-aware #fashion statement [foto de instagram]. Obtenido de: https://www.instagram.com/p/BDI854KwEHC/

Figura 3. Aretes hechos con piezas de computador. Fuente: Wall Art por Vishwanath Davangere Mallabadi. Disponible en: https://www.behance.net/gallery/62388039/Wall-Art. Bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0. CC BY-NC-ND 4.0

Figura 4. Paredes hechas con tablas de circuitos. Fuente: Wall Art por Vishwanath Davangere Mallabadi. Disponible en: https://www.behance.net/gallery/62388039/Wall-Art. Bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0.

Figura 5. Lámpara hecha con tablas de circuitos. Fuente: PC Board lamp por nicknormal Disponible en: https://www.flickr.com/photos/58347531@N00/
16874377826. Bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0.

Recomendaciones al “nuevo fabricante” para hacer productos con basura tecnológica:

- Otorgar nueva vida a la basura tecnológica.
- Devolver el valor al desecho.
- Resignificar el producto en otro contexto.
- Concebir nuevamente el producto.
- pensando en aportar al medio ambiente.
- Dar un nuevo ciclo de vida extendido.
- Usar procesos de fabricación que no consuman recursos naturales de manera desbordada.
- Pensar en aplicaciones que no comprometan la salud humana.
- Concientizar en pro de ayudar a reparar y preservar el medio ambiente.
- Evitar al máximo el uso de productos o materiales tóxicos.
- Hacer ensamblajes entre elementos que se puedan reutilizar, reparar, reducir, reciclar, regular, rechazar, revalorar, reestructurar y redistribuir.
- Buscar el aval y promover el uso de eco etiquetas.
- Crear alianzas entre la cadena de producción, distribución, comercialización y consumo para compartir responsabilidad.
- Hacer una ruta del nuevo producto para verificar su pos consumo.
- Generar un sistema de cuantificación del impacto del consumo de recursos en el reúso del producto (ej. mochila reusada).
- Enmarcar en el desarrollo sostenible el reúso de la basura tecnológica.
- Recurrir a diseñadores expertos en desarrollo de productos sostenibles y ecodiseño.

Referencias

• Benavides, L. (2010). Guía para la Definición y Clasificación de Residuos Peligrosos, pp.4-6. Recuperado de: http://www.residuoselectronicos.net/archivos/documentos/definicion_cepis.pdf

• Redacción Tecnósfera. (25 de enero 2019). Basura electrónica en 2018 equivale a 4.500 torres Eiffel. El Tiempo. Recuperado de: https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/cuantas-toneladas-de-basura-electronica-hubo-en-2018-318644

• GSMA (2015). eWaste en América Latina. Análisis estadístico y recomendaciones de política pública. Japón, Tokio: UNU.

• UNIDO (Estado Unidos). (16 de febrero de 2015. sp). “Ayudando a América Latina con su gestión de residuos electrónicos”. [Página de Google]. Recuperado 5 de abril de 2019: https://www.unido.org/news/ayudando-america-latina-con-su-gestion-de-residuos-electronicos