Dinámicas de Trabajo en la "Nueva Normalidad" - Retos y Oportunidades

"Pico y not office": La medida que urge que tomen los empresarios

Los empleados de oficina trasladamos nuestro puesto de trabajo a la casa, abandonamos prácticas que poco a poco nos consumían: cambiamos los eternos y agitados viajes en Transmilenio por un lento y calmado paseo del cuarto al comedor, dejamos de lado las apariencias por ropa cómoda y serenidad al no responder a cánones y exigencias sociales, y renunciamos a reuniones innecesarias; al prejuicio de mediocridad del otro para aprender a confiar en él y en su trabajo.

A pesar del cambio abrupto en nuestras vidas y contra todo pronóstico, las empresas y sectores que tuvieron el privilegio de adoptar el trabajo en casa ¡siguen funcionando! Estos cambios, por pequeños que parezcan, impactan de manera significativa nuestro bienestar, porque abandonamos hábitos que poco a poco nos marchitaban. Dejamos de estar, en promedio, 180 horas en una oficina y 40 horas en transporte público al mes.

Espero que la coyuntura inspire a algunos jefes y empresarios, los que puedan, a pensar que hay cambios que valen la pena. Que consideren modernizar (y me atrevo a utilizar el cliché “reinventar”) sus métodos de producción, que piensen en hacer un «pico y not office», en el que sus trabajadores vayan 2 o 3 veces a la semana a la oficina y el resto de días trabajen desde la comodidad de sus pijamas.

Para lograrlo, deben invertir en procesos educativos y logísticos para llevar la virtualidad hasta la casa, ofreciendo capacitaciones en el uso de las TIC y asegurando que sus trabajadores tengan un buen equipo y conectividad. Lo más importante es que tengan paciencia, la curva de aprendizaje es inclinada, pero rápidamente verán los frutos, porque cambiarán estrés por bienestar y crearán sinceros lazos de confianza con sus trabajadores.

Esto es una propuesta entre muchas, que podría beneficiar la productividad de algunos sectores. No pretendo solucionar la recesión que se avecina, solo espero que las paradojas que ha despertado la COVID-19, sacudan a algunos empresarios de sus viejas costumbres y les muestren que, por contradictorio que parezca, el distanciamiento físico los unirá más a sus empleados.