“La Resiliencia, una Herramienta para Construir Cambio”

RASPADURA, LA RESTAURACIÓN DE UN CUADRO Y DE LA FE EN LO QUE PODEMOS HACER JUNTOS

Somos un grupo de egresados de la U.N. (Universidad Nacional de Colombia) y de la Pontificia Universidad Javeriana, movidos por el interés de diseñar herramientas para la visibilización y salvaguarda de la memoria, el patrimonio y la gestión de museos. Llevábamos más de diez años diseñando y adelantando proyectos de manera independiente, pero vimos durante el 2020, a pesar de la reducción de presupuesto y oportunidades en el sector cultural —por la emergencia de la COVID-19—, una oportunidad para crear empresa y formalizar nuestra labor, inscribiéndonos en la Cámara de Comercio como Cinco Un Cuarto SAS, memoria y patrimonio para todos.

A partir de la experiencia en el diseño de estrategias de apropiación del patrimonio con entidades públicas y privadas, con comunidades religiosas e incluso con el Ejército Nacional, lo cual, siendo egresados de universidad pública implica un reto aún mayor porque además de demostrar idoneidad debimos probar imparcialidad y profesionalismo, fuimos convocados, iniciando el 2021, a trabajar por primera vez lejos de la institucionalidad en un proyecto con la comunidad del corregimiento de Plan de Raspadura en el Chocó, donde realizamos la restauración de una obra al caballete, de finales del siglo XVIII, que representa a Jesucristo eccehomo, labor más que retadora en la medida que no solo suponía atender las necesidades de la pintura, sino también conciliar, convocar y atender las inquietudes de buena parte de las 1500 personas que integran la comunidad que custodia el cuadro desde hace más de 200 años.

Figura 1. Equipo de trabajo y representantes de la comunidad en restauración. Fuente: archivo personal

Iniciamos el proyecto con reuniones remotas por la pandemia, resolviendo dudas que iban desde ilustrar las etapas del trabajo o explicarles a los custodios de la obra que con el proceso de intervención no se perderían las cualidades milagrosas del cuadro, ya que por ello es invaluable y recibe la visita de peregrinos de todo el país y del exterior; o que incluso, nos preguntaran si los miembros del equipo teníamos hijos, pues eso demostraría si estábamos en capacidad de cuidar cosas «valiosas como la obra».

El reto en campo inició con el montaje de un taller cuyas condiciones fueran aptas para la restauración dentro de la parroquia, pues no se permitía la salida del cuadro a otro lugar. El equipo fue liderado por una egresada de la Escuela de Diseño Gráfico y, posteriormente, de la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio de nuestra U.N. Durante el proceso se diseñó un material pedagógico para mostrar los avances a la comunidad.

Figura 2. Marco didáctico con elementos encontrados durante el proceso de restauración. Fuente: archivo personal

La estrategia tuvo una duración de cuatro meses en la que la restauradora principal, egresada de la Universidad Externado, se trasladó de manera permanente al corregimiento, mientras otros, compilaron una investigación iconográfica e histórica, con una egresada de la Carrera de Artes Plásticas y un estudiante del Departamento de Historia de la U.N. Sede Bogotá, para al final, entregar un informe donde se cruzan perspectivas historiográficas y patrimoniales de la obra y su relación con la comunidad a través del tiempo.

Figura 3. Procesión de retorno del Divino Ecce Homo a su altar. Fuente: archivo personal

Con este proyecto, la comunidad ha transitado por un proceso de resiliencia luego de las dificultades vividas durante la pandemia, si bien la restauración fue por motivos técnicos, este fue un punto de renovación colectiva para enfrentar la nueva normalidad como comunidad, sus problemáticas sociales y dificultades de orden público. Para nosotros, esto representó el inicio como empresarios tratando de superar un momento complejo para el sector cultural, lo que, aunado a la iniciativa de reconocer el patrimonio, nos ayudó a vernos como equipo asesor y a ellos a verse como protagonistas de esta historia.