“Egresados empresarios"

Energizando el aprendizaje: un viaje de la ingeniería a la educación

Ser ingeniero en los años 80 era cumplir no solo un sueño personal, sino una aspiración familiar. La ingeniería representaba ciencia aplicada, conocimiento y altos estándares, y esa promesa fue mi mayor motivación. Inicié mi carrera en ASEA Brown Boveri, fascinado por la tecnología detrás de las centrales hidroeléctricas y las líneas de transmisión, así como por la oportunidad de conocer plantas de producción de equipos eléctricos. Sin embargo, un simple anuncio en el periódico cambió el rumbo de mi vida para siempre.

Una empresa francesa, reconocida en la industria del petróleo, buscaba ingenieros jóvenes dispuestos a trabajar en cualquier lugar del mundo sin horario fijo y en condiciones desafiantes pero con un paquete de beneficios inigualable: sentí que la oportunidad era para mí. Aunque sabía que estos puestos eran muy codiciados por ingenieros de universidades privadas, decidí postularme. Mi sólida formación en la Universidad Nacional de Colombia y el dominio del inglés me dieron las herramientas necesarias para sobresalir y representar dignamente a mi alma mater.

Durante casi seis años trabajé en Schlumberger realizando registros eléctricos en pozos petroleros de Medio Oriente. Egipto, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos fueron, más allá de mis singulares lugares de trabajo, países que se convirtieron en mi hogar, mi escuela. Aquella experiencia internacional transformó mi visión del mundo: aprendí que el ser latinoamericano no implicaba una menor capacidad para generar resultados ni un conocimiento incompleto: podemos estar a la altura de cualquier profesional global.

En mis viajes por los cinco continentes, descubrí el valor de la diversidad cultural y la cooperación, pero también la dureza del mundo corporativo, donde el mérito no siempre garantiza el ascenso. Ese aprendizaje me llevó a una reflexión profunda: ¿quería seguir cumpliendo las reglas de otros o escribir las mías propias? Decidí emprender, aunque no fue un camino fácil. Los primeros intentos no tuvieron éxito, pero aprendí a mantener los ojos abiertos y observar las tendencias globales. Así, en el año 2000, identifiqué el nacimiento de una nueva industria: el e-learning. Mientras en Estados Unidos y Canadá la educación virtual era una realidad, Colombia apenas contaba con proyectos piloto desarrollados por universidades. Mi visión de una educación sin barreras de tiempo ni espacio, personalizada y apoyada en la tecnología, me impulsó a fundar la empresa pionera del e-learning en Colombia y la región.

Con 25 años de trayectoria, XEDUCATION ofrece un portafolio de soluciones tecnológicas que permite crear campus virtuales y universidades corporativas con docentes capacitados para el entorno digital, contenidos interactivos y tecnologías orientadas a un servicio educativo de alta calidad. Hemos implementado más de 100 proyectos educativos virtuales de impacto en casi toda Latinoamérica y contamos con presencia directa en Colombia, El Salvador y Estados Unidos.