“Habilidades Blandas en el Ejercicio de la Profesión"

Equilibrio de fuerzas para crecer: Una apuesta para potenciar el desempeño ocupacional de líderes de proyectos de software

El siglo XXI se ha caracterizado por el avance significativo de la industria de la tecnología, que ha conducido la vida humana a la internet de las cosas, la digitalización, el acceso y el control sobre la información, el desarrollo de modelos para conectar e interactuar a través de artefactos, herramientas y sistemas que, entre otras cosas, impulsan mayores posibilidades de crecimiento económico para las sociedades (Ávila, 2013).

Ahora, por el modelo económico en que vivimos y la fuerza que ha adquirido la tecnología, son grandes los desafíos por no perder lo que esencialmente deber ser humano. Por ejemplo, el mundo tecnológico requiere de personas para innovar, crear y disponer ambientes y recursos que faciliten la vida, que favorezcan el crecimiento intelectual, que automaticen procesos para acceder a la información y la participación. Por eso, es clave insistir que detrás de una aplicación o de un artefacto están las personas y su esencia humana.

En ese sentido, el equipo interdisciplinar de profesionales, Lihtsus agile¹, profesionales en Ingeniera de Sistemas, Administración de Empresas y Terapia Ocupacional, sensibles por el desarrollo humano y por lograr sincretismos entre el crecimiento industrial, económico y personal, viene diseñando una propuesta de trabajo centrada en los sujetos para potenciar el desempeño ocupacional², particularmente en Líderes de Proyectos de Software. Esta propuesta surgió del interés y la necesidad de varias empresas y personas del sector tecnológico por formar y agenciar mayores capacidades de liderazgo.

Es así como, luego de un proceso de análisis derivado de varias experiencias de trabajo directo con personas que integran equipos de tecnología, analistas de solución ágil y en alianza con CertiProf³, se propone un modelo preliminar como recurso para reconocer las principales necesidades que poseen los Líderes de Proyectos de Software, y con ello, lograr altos desempeños e impactar sobre los productos y procesos que desarrollan.

El modelo ha permitido generar propuestas y capitalizar oportunidades de crecimiento a distintas organizaciones y personas del entorno tecnológico. De esta manera, este modelo se plantea sobre la base de una dinámica procesual e interactiva de tres dimensiones que se nutren mutuamente y crecen en una relación de fuerzas proporcional y paralela; sin una de ellas, la competencia y el desempeño ocupacional de los líderes, no alcanza un nivel óptimo de maduración.

Figura 1. Modelo de Excelencia en el Desempeño del Liderazgo. Lihtsus, 2023 basado en el Modelo de la Ocupación Humana (Moho). Kielhofner. 2004

 

Es así como, para el modelo, el ecosistema se entiende como el entorno de la industria de software: actores, cultura, lenguajes, tecnologías, interacciones y negocios. Las habilidades técnicas como aquellas capacidades que favorecen el cumplimiento de objetivos desde dos ejes centrales del desarrollo de software: la calidad y la efectividad. Por último, las habilidades blandas como las capacidades personales que impulsan la conexión dentro de la organización y la eficaz relación entre los actores involucrados (Aizprua, Ortega, Von Chong, (2019), Ávila, 2013, López, 2020).

Se intenta poner de manifiesto la necesidad de que las organizaciones y las personas que las integran se reconozcan y trabajen de manera armonizada en estas tres dimensiones. Pues basado en la experiencia, una vez se logra ese equilibrio de relaciones y fuerzas, se ha demostrado mayor eficacia, crecimiento humano y empresarial.