Una decisión afortunada:
Mi paso por la Universidad Nacional de Colombia
Por, Jenny Alejandra Castillo
Psicóloga
Al igual que para muchos estudiantes colombianos, el haber superado el examen de admisión de la Universidad Nacional fue determinante en mi elección de carrera. La idea de estudiar en una institución educativa de gran prestigio nacional y que pudiera ofrecer un alto nivel educativo a un costo accesible para mi familia, pareció en su momento la opción más práctica.
Así inicié primer semestre de psicología, entre el orgullo de haber sido seleccionada entre miles de postulantes en todo el país y la angustia de ingresar a un ambiente universitario muy exigente y en algunos aspectos poco convencional. Desde el principio lo encontré muy interesante y retador.
La Universidad Nacional es un micro-cosmos que alberga múltiples tipos de pensamientos, doctrinas, métodos, estilos, historias personales, contextos, proyectos. Fue precisamente este ambiente rico y diverso, el que me inspiro por cinco años, no solo a nivel intelectual sino personal, cultural e incluso social. Cuando fui consciente de la inmensidad de oportunidades, recursos e información que la universidad me podía proporcionar, empecé realmente a disfrutarla. Tomaba clases en edificios y temas tan alejados física y conceptualmente de los que veía en mi carrera… aprendí de urbanismo, de historia, de comunicación, de arte, de política. Me relacione con personas con tantos y tan diferentes intereses.
De igual manera, la universidad me dio la oportunidad no solo de estudiar, sino también de trabajar e ir construyendo mi proyecto profesional a través de experiencias relevantes. Participé en algunos proyectos de investigación, fui monitora de varias materias, apoyé licitaciones públicas coordinadas por la universidad, incluso fui monitora para los exámenes de admisión algunos semestres. En materia personal, tuve excelentes compañeros de clase, junto con los cuales intercambiamos ideas y construimos proyectos que hasta hoy recuerdo con cariño, y con quienes sigo conservando una profunda amistad. La universidad también premio mi esfuerzo y mi empeño académico, otorgándome el grado de honor y una beca para posgrado. A través de la universidad también tuve la oportunidad de comenzar mi práctica profesional en una empresa de prestigio en el país, lo cual me permitió crecer, aprender y avanzar profesionalmente. Unos años después tome la decisión de realizar un máster en Europa, y fueron precisamente las buenas notas y los reconocimientos académicos que obtuve en la carrera, los que me permitieron obtener múltiples becas para la realización de este posgrado. Al termino del mismo, tuve la fortuna de ser aceptada para realizar una práctica profesional por 6 meses en la Sede General de las Naciones Unidas en Nueva York, y después de ello, ingresar a trabajar al departamento de Recursos Humanos (área en la que me he especializado), del Banco Inter-Americano de Desarrollo en Washington D.C. y donde me encuentro hasta el día de hoy.
Siempre que reviso en perspectiva mi historia profesional, me gusta pensar que mi recorrido ha sido una sucesión de eventos (afortunados) que inició cuando tome la decisión de estudiar Psicología en la Universidad Nacional de Colombia. De esta manera, puedo asegurar a los futuros egresados que cada pequeña tarea de nuestro quehacer académico al interior de la universidad cuenta para la realización de nuestros objetivos y depende de cada uno de nosotros capitalizar los pequeños logros para alcanzar los más altos sueños.