Generación de estructuras para la equidad en el fútbol
Los caminos de la equidad de género
Por: Elizabeth Oviedo
Egresada Facultad de Ciencias Económicas
Docente Investigadora Universidad Cooperativa de Colombia
Presidenta de la Asociación de Árbitros de Fútbol de Cundinamarca
Programa de Desarrollo de Liderazgo Femenino de la FIFA II Edición
eoviedo@unal.edu.co
Acciones vinculadas a la equidad de género han ido desarrollándose en el deporte en nuestro país, especialmente en el fútbol. Algunas han sido fruto de las iniciativas planteadas por la FIFA, en un intento por darles una participación a las mujeres, como grupo de interés, y otras han surgido gracias a los buenos resultados que las selecciones nacionales han dado en torneos sudamericanos, juegos olímpicos y copas mundiales.
Estas representaciones de nuestras jugadoras en los torneos internacionales ha sido producto del trasegar de clubes aficionados afiliados a las Ligas, entre los que se encuentra la Universidad Nacional, como gestor activo en la consolidación del deporte universitario y participante en la competencia distrital, por su carácter especial dentro del sistema nacional del deporte.
A la par del deporte universitario, el cual se ha convertido en un importante nicho de fortalecimiento del fútbol femenino, emulando las experiencias de las Universidades de Estados Unidos, los demás clubes han desarrollado importantes procesos, los cuales incluyen la presencia de directoras técnicas y entrenadoras. Mujeres que, solo con la satisfacción de formar jugadoras y mejorar la competencia bajo la esperanza del mejoramiento de las condiciones, han aportado trabajo y recursos económicos.
Las árbitras, por su parte, reciben una remuneración que dista considerablemente de la remuneración que reciben los hombres en los torneos profesionales. Estas árbitras solo pueden dirigir en categorías inferiores (edades infantil y juvenil) y torneos femeninos. Las mujeres no pueden acceder al fútbol profesional masculino (donde la remuneración es mayor) teniendo en cuenta que, como barrera, se encuentra que las árbitras deben cumplir con los mismos estándares físicos de los hombres, puesto que esa es la competencia a la que se enfrentan.
Así, el crecimiento y el desarrollo deportivo de las futbolistas han estado acompañados del desempeño de las entrenadoras y las directoras técnicas, por un lado, y por las árbitras que dirigen los partidos de las competiciones aficionadas.
Una vez que se hizo el anuncio del inicio de la Primera Liga Profesional de Fútbol Femenino, organizado por la División Profesional del Fútbol Colombiano, donde participarán los clubes profesionales que aceptaron el llamado para ser parte de esta primera versión y que permitirá asegurar los recursos suficientes para que el fútbol femenino se desarrolle bajo preceptos de sostenibilidad y que incluya la profesionalización (contratos), es necesario pensar que la estructura del fútbol femenino debe reconocer no solo a las jugadoras, sino también a quienes han forjado su camino en un proceso de crecimiento mutuo.
Por tanto, es importante consolidar una estructura sólida que incluya el trabajo de quienes han luchado por procesos de cualificación en equidad; pero, sobre todo, desarrollar una estructura que asegure la misma remuneración para hombres y para mujeres en una competición que incluye equipos profesionales, aunque sus raíces vengan del invisibilizado trabajo de las mujeres de los clubes aficionados. Una estructura que provea igualdad de oportunidades reales para forjar sueños tras el balón.
La capacidad para avizorar un panorama que incluya a mujeres en los diferentes roles que tiene el fútbol; jugadoras, entrenadoras, técnicas, directoras de club y árbitras, me dio la posibilidad de ser elegida por la FIFA (máximo regente del fútbol en el mundo), como una de las treinta y cinco mujeres en el mundo para desarrollar el Programa de Liderazgo Femenino en su segunda edición.
A continuación quiero compartir con ustedes algunos enlaces sobre mi participación en el Programa: