DE LA MORAL CRISTIANA A LA MODERNIZACIÓN CIENTÍFICA: ORÍGENES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA EN EL MARCO DE UN PROYECTO RADICAL DE ESTADO LIBERAL
Por: Oscar Arnulfo Cardozo Cardozo ¹
Egresado e investigador adscrito al departamento de Sociología
Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá)
oacardozoc@unal.edu.co
Artículo escrito con motivo del Sesquicentenario de la UN, para la revista de los egresados.
EI período denominado "Liberalismo Radical" fue una etapa histórica, caracterizada por la formación de una elite intelectual y una clase dirigente inspirada en las ideas de la revolución democrática burguesa, la cual pregonaba la supremacía del estado sobre la iglesia, la supresión de privilegios y monopolios religiosos, junto con el cuestionamiento a la intromisión del ámbito eclesiástico en los asuntos civiles, ideas que generaron, inmediatamente, un conflicto con la iglesia nacional. Al comenzar, el gobierno de los radicales, sensibles a la crítica que los círculos ilustrados levantaron contra la abolición de la universidad bajo la administración de José Hilario López (ley 15 de 1850), abogaron por la restauración de la misma. Don José María Samper presentó un proyecto de ley, acogido en 1857, el cual sirvió para formular una nueva norma, la del 16 de septiembre de 1867, mediante la cual se creó la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia; posteriormente, se emitieron los decretos para reglamentar su funcionamiento (enero 15 de 1868) y, la Ley 30 de mayo del mismo año, sobre financiamiento de la educación. La Universidad de los Estados Unidos de Colombia se convirtió, entonces, en la institución de cultura del ideario radical liberal, el cual se caracterizaba por la formación de los hijos de la nación, a partir de la enseñanza de las ciencias, las artes y los oficios de carácter racional, inspirados en la apertura de un sistema de pensamiento moderno. La universidad de la nación, con sus múltiples ramas de estudio (Derecho, Medicina, Ciencias Naturales, Ingeniería, Arte y oficios, Literatura y Filosofía), un proporcionado número de cupos para el ingreso a los estudios superiores y una fuerte presencia de intelectuales afamados, proyectó al país hacia una nueva forma moralizadora de adhesión, la moral radical liberal, inspirada en un sistema de pensamiento racional, anti-dogmático e instructivo. Para los ideólogos del liberalismo radical, la universidad sería la entidad que posibilitaría, la afirmación de la identidad y de integridad nacional, y, por supuesto, sería un factor de unión entre los colombianos mediante la democratización de la enseñanza. La igualdad ciudadana y la unidad de la nación dispersa, solo se alcanzaría a través de la educación, de ahí el interés por popularizarla y, a la vez, generalizar los contenidos de la ciencia. Por tanto, estos esfuerzos de los radicales por modernizar el país y por adentrarse en la modernidad son significativos; dado que la educación para los reformadores podía transformar un pueblo bárbaro en civilizado; podía desarrollar e incrementar la riqueza; podía, en fin, acelerar el progreso; por tanto, el aparato escolar debía estimular las fuerzas creadoras. Finalmente, a partir de 1871, en el país, se conformaron las denominadas "Sociedades democráticas", y las agrupaciones denominadas "Comunas". A través de estas asociaciones, se impulsaron las ideas liberales que proponían un cambio en la educación. Mientras tanto, para los conservadores y la iglesia, la Universidad Pública, como la Nacional, era el centro donde se formaban los "antirreligiosos". Por eso, la atacaron desde el mismo momento de su fundación; consideraron que esta institución, donde la libertad de enseñanza, la práctica, la crítica y la creatividad serían los temas de su quehacer, la convertiría, en el "centro de las sectas masónicas e impías". La confrontación ideológica protagonizada por los dos partidos se trasladó a las aulas universitarias en torno a un debate que giraba alrededor de la defensa de la educación, ilustrada y representada en autores como Bentham y Tracy vs la creación de una universidad católica que respetara la tradición religiosa de los colombianos. Como hecho curioso final, en cercanía de la guerra de 1876, los alumnos de las escuelas de Literatura, Filosofía y Jurisprudencia declararon públicamente no aceptar la doctrina de la iglesia, por estar en contra de los más avanzados principios del conocimiento y la moral universal; rechazaron las pastorales del arzobispo de Bogotá y declararon estar dispuestos a batallar en defensa de la libertad política, civil y religiosa que había conquistado el país.
¹ Investigador auxiliar del texto “Vivencias y reminiscencias del Sumapaz”, editado por la Alcaldía