“Inteligencia Artificial y prospectiva del ejercicio profesional”

Inteligencia Artificial en la Medicina Veterinaria: ¿Qué Usos Puede Tener Esta Tecnología?

La inteligencia artificial (AI en inglés) se ha definido como un arte o un estudio para que ciertas máquinas o computadoras realicen funciones que necesiten de inteligencia. Durante los últimos años, se ha observado un aumento exponencial en la investigación y desarrollo de este tipo de tecnologías. El caso más sonado ha ocurrido durante los últimos meses con ChatGPT, una herramienta desarrollada por la empresa OpenAI.

Los impulsores de dichas tecnologías han advertido recientemente sobre los límites que deben tener estas herramientas (El País, 2023). Sin embargo, siguen desarrollándose diferentes sistemas que usan la AI para facilitar tareas laborales y que pueden tener un impacto significativo en muchas profesiones. Grandes empresas como Google, Meta y Microsoft están liderando este tipo de desarrollos debido al potencial que representan.

Figura 1

La AI tiene prometedores usos en veterinaria.

Imagen creada por DALL-E (Bing).

Pero ¿qué tipo de impactos pueden tener estas tecnologías en profesiones relacionadas con la salud como la medicina veterinaria? Se ha considerado que las profesiones que requieren habilidades manuales o destrezas prácticas tienen menos riesgo de ser reemplazadas por una AI. De ser así, los campos clínico-quirúrgicos y de laboratorio de la veterinaria difícilmente pueden ser reemplazados. En su lugar, estas áreas sí pueden aprovechar los beneficios que ya se están investigando. 

El ámbito clínico-quirúrgico es uno de los campos en medicina veterinaria que mejor ha profundizado en el uso y aprovechamiento de la AI en su práctica diaria. Una revisión de 2023 (Pereira et al., 2023) recopiló más de 30 estudios que utilizaron la AI para el análisis de imágenes diagnósticas como radiografías (rayos X), tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y ultrasonidos de pacientes caninos y felinos. La AI sirvió para identificar, clasificar o detectar anormalidades en estas imágenes diagnósticas del sistema locomotor, sistema nervioso y las regiones del tórax y el abdomen de perros y gatos. 

En la medicina equina se está utilizando machine learning (ML), una técnica derivada de la AI para identificar parásitos, encontrando resultados equiparables y prometedores en comparación con las técnicas clásicas (Cain et al., 2020). Asimismo, también se han probado algoritmos de la AI para diferenciar enfermedades oftálmicas, hallando precisión en datos de entrenamiento y validación por encima del 95% (May et al., 2022).

Por otro lado, la AI y el ML se están utilizando en el marketing veterinario para mejorar la atención de los usuarios que asisten a la clínica veterinaria. Por ello, se han desarrollado estudios del uso de chatbots para facilitar y mejorar la comunicación entre veterinarios y clientes, encontrando resultados satisfactorios (Huang & Chueh, 2021).

Una publicación conjunta entre la Asociación de Informática Veterinaria (AVI) y la Alianza CTSA One Health (COHA) resaltaron diferentes usos de la AI para mejorar algunos campos de estudio en el futuro cercano. Por ejemplo: el apoyo de la AI para mejorar la vigilancia de enfermedades zoonóticas o emergentes, el estudio de resistencia a los antimicrobianos en animales de producción, los usos en la práctica clínica relacionada con diagnóstico, la detección de brotes de enfermedades, el mejoramiento en la predicción de enfermedades, la evaluación de los riesgos ambientales en mascotas y personas y el hallazgo y seguimiento de enfermedades raras (Lustgarten et al., 2020).

Así pues, esta disrupción en la sociedad generada por la AI, durante los últimos meses, ha puesto sobre la mesa la discusión necesaria del impacto de este tipo de tecnologías en profesiones como la medicina veterinaria en sus múltiples campos de acción. Con el uso adecuado y ético de la AI se pueden desarrollar herramientas que mejoren la calidad de vida de los pacientes de diferentes especies animales, que mejoren el éxito económico de clínicas y profesionales, que contribuyan con la salud pública y la seguridad alimentaria, y que aumenten el bienestar de los animales y la humanidad.