Descripción: hombre en dunas de datos. Producido con Try DALL-E

Es importante resaltar que, aunque la IA puede ser muy efectiva, es esencial contar con una formación con una base sólida para poder explorar nuevas soluciones y validar su eficacia en el mundo real. En algunos casos, las IA pueden "alucinar" y generar soluciones que no son factibles, por lo que es necesario contar con un enfoque crítico y una evaluación constante de los resultados. La efectividad de los resultados arrojados por una IA depende en gran medida de la formación y conocimientos previos de quienes la utilizan, debido a que no iguala aún a la inteligencia humana. Adicionalmente, los humanos deben conocer cómo funcionan los modelos de inteligencia artificial para permitirles inferir el comportamiento de su aplicación (Altman et al., 2023).

En la actualidad, una de las aplicaciones más destacadas de la IA es el procesamiento de texto. Gracias a esta tecnología se pueden analizar grandes cantidades de datos y extraer información relevante, detectar tendencias, patrones, y generar soluciones a problemas complejos en un tiempo menor al que se necesitaría con un procesamiento manual. Esto, a su vez, puede mejorar la productividad y reducir los tiempos de procesamiento, lo que se traduce en una mayor eficiencia y eficacia en los procesos (Lipp et al., 2022), aumentando la productividad donde se gesta un cambio del contrato social denominado empleo (Akerlof & Yellen, 1986). Este cambio se observará en una planta de empleados reducida por la automatización de procesos, pero cada vez más especializados y productivos.

Otra área en que la IA puede ser muy útil es en la generación del código de programación en diversos lenguajes. Actualmente existen herramientas que utilizan técnicas de aprendizaje automático para generar un código a partir de un conjunto de especificaciones y requerimientos. Esto puede ayudar a reducir significativamente el tiempo y los recursos necesarios para desarrollar un software, modelos econométricos y modelos de analítica, acelerando el desarrollo de los equipos para enfocarse en tareas de mayor complejidad y relevancia. La IA es una herramienta como lo es el internet (Meta AI, 2023), si quieres mayor eficiencia debes comprar las API (Application Programming Interfaces) para incorporarlas en tu equipo de trabajo y contar con el personal que permita una incorporación eficiente para la producción, minimizando los efectos de caja negra.

La IA también puede ser una herramienta valiosa para la detección de tendencias en los datos y en el espacio. Con la ayuda de algoritmos de aprendizaje automático, se pueden identificar patrones en grandes conjuntos de datos y generar modelos que permitan prever eventos futuros. Esto puede ser especialmente útil en áreas como la economía y la política, donde la capacidad de anticipar tendencias y eventos puede marcar una gran diferencia (Hardesty, 2019).

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la IA no es una solución mágica para todos los problemas. A pesar de sus muchas ventajas, su efectividad depende en gran medida de la calidad y la cantidad de datos disponibles, así como de la capacidad de los algoritmos para aprender de ellos. Como toda tecnología, es importante utilizar la IA de manera responsable y ética, para asegurar que los resultados obtenidos sean beneficiosos para la sociedad en su conjunto.