Autor: Sdecoret | Crédito: Getty Images/iStockphoto

La inteligencia artificial no es un concepto nuevo o un término que apareció de la noche a la mañana, ya se viene trabajando en ello incluso desde mis épocas de estudiante universitario, cuando aún el uso del computador era un lujo exclusivo y se requería tomar un turno en las aulas del campus para que facilitaran uno, y su uso no era masivo. Desde la Segunda Guerra Mundial se comenzaron a fabricar máquinas para descifrar códigos, vemos como día a día se avanza en el desarrollo de dichas tecnologías a una velocidad alarmante, ya debe haber otro adelanto mientras escribo este artículo, ya que la supremacía china o estadounidense continúa para demostrar cuál es el país más poderoso en esa pelea de colosos.

Referente al impacto de esta tecnología en el ejercicio profesional, es una herramienta de gran valor y que bien utilizada puede ser aprovechada. Por ejemplo, en la empresa en donde trabajo, en el sector agroindustrial, realiza la transformación de materia prima para producir café verde de exportación y emplea SAP, que es un software alemán de gestión empresarial con manejo de diferentes módulos, como el financiero, de calidad, ventas, etc., y en el cual hay gran aplicación de la tecnología. Al recibir la materia prima en un centro logístico se recopila una cantidad enorme de datos, y es ahí donde la inteligencia artificial ayuda a la simplificación de procesos en trabajos repetitivos como, por ejemplo, la reserva de materia prima para la producción del café verde que hace que el trabajador no invierta tanto tiempo al frente de un computador digitando información, la inteligencia artificial ayuda en este tipo de tareas.

La innovación es otro tópico que resalta por estos días, se vienen a la cabeza muchas ideas que, bien aterrizadas, pueden resultar de gran valor para las empresas y para los empleados.

Existe temor por el uso de estas tecnologías debido al desplazamiento de mano de obra, es decir, que acabarán con muchos empleos como ya lo hacen las compañías mediante el uso de robots que realizan tareas repetitivas como el ensamble de un carro, un celular, o de un televisor inteligente.

Todo esto puede ser cierto, pero el uso de esta tecnología debe tener reglamentación, porque hoy se puede realizar una tarea de colegio, o incluso de alguna asignatura universitaria, con solo preguntar a ChatGPT. Sorprende por sus respuestas acertadas, buena ortografía y un escrito bien elaborado que convence hasta al mejor escritor avezado en algún contenido concreto.

Al hacer la pregunta a ChatGPT sobre su opinión frente a la inteligencia artificial y prospectiva del ejercicio profesional, responde lo siguiente:

La combinación de inteligencia artificial y prospectiva ofrece oportunidades emocionantes para el ejercicio profesional. La IA puede mejorar la toma de decisiones y la planificación estratégica, así como automatizar tareas rutinarias. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de empleo, ética y responsabilidad. Los profesionales deben adaptarse a estos cambios y utilizar la IA de manera responsable para aprovechar al máximo sus beneficios. (ChatGPT)

Los retos y desafíos son grandes cuando se decide emplear esta tecnología. Quizás lo único que no tiene la inteligencia artificial es sentido común, para ello se requiere de la instrucción del ser humano, que no carece de él. No creo, por ejemplo, que en trabajos en donde se requiera la percepción y juicio del ser humano pueda haber un reemplazo por una máquina, pues esta no podría dar cuenta de las características sensoriales de un café (tales como su sabor, olor o temperatura) eso solo puede hacerlo un humano, y en casos como estos parece muy lejano su reemplazo.

Se deben romper paradigmas, la inteligencia artificial tiene pros y contras, pero bien utilizada aporta valor, o de lo contrario emplearla en cosas adversas tendrá consecuencias tales como la creación y difusión de noticias falsas y delitos informáticos por robo de información.